domingo, 3 de agosto de 2014

Después de Lenore

¾¿Tú otra vez?
¾Simón. No te hagas. Bien sabías que nos íbamos a topar de nuevo. De mí no se escapa ni en la otra vida.
¾¿El eterno ayer?
¾¡No! ¡No seas pesimista! Hay que mirar siempre hacia adelante ¿a poco no?
¾Retorno nomás.
¾¡La mula al pito contigo…! Pero bueno, quizás exagero. No se trata de ver siempre hacia adelante. A lo mucho, será ver lo que hay aquí y ahora… ¡Ánimo, hombre! Sabes bien que esto no está tan mal.
¾Lo dices muy fácil ¿no? Pero pues naciste hecho para este sitio, llevas en él un buen rato y nomás por eso sientes que puedes estar toda la vida sin deseos de salir… ¿Cómo le haces?
¾Cuidando la boca y los ojos.
¾¡Claro! ¿Cómo si no? ¡Pinche cuervo mamón y aprovechado! Pero bueno. Si solo nosotros dos vamos a estar en el vacío y en la eternidad, ¿habrá alguna posibilidad de que surja un atisbo de amistad?
¾Nunca más.

1 comentario: